Acompañan al autor Mireia Sentís y José Luis Gallero.
Las ciudades son el frente de resistencia en la tensión por el
control del territorio que ejerce el Estado, un Estado que pierde
soberanía por arriba y legitimidad por abajo. Esta pugna es la clave
para entender cómo se está configurando la España del siglo XXI, en la
que han surgido grandes áreas metropolitanas, conurbaciones que
desbordan ampliamente el modelo de gestión territorial en vigor,
policéntricas, de densidades variables, incluso interestatales, en las
que, además, desde las elecciones municipales de 2015 gobierna
mayoritariamente la nueva política (Madrid, Barcelona, Valencia,
Zaragoza, Cádiz…). Este libro es una crónica de la España de las
ciudades, que podría articularse como un modelo de organización política
alternativo con el que redefinir los proyectos de reforma del estado
español. Sería una suerte de Iberia urbana para cambiar España.
El dilema es, por un lado: sociedades abiertas y cosmopolitas frente a
sociedades cerradas y homogéneas, y por otro: el territorio sobre el que
este Estado se legitima; el mundo rural y las poblaciones
desindustrializadas, frente a las grandes urbes integradas en la
globalización cuyos habitantes no legitiman este Estado e intentan
construir otro modelo, múltiple, crítico, nada homogéneo, de relaciones
horizontales y antiautoritario.
En 1987 había en el planeta poco más de un centenar de aglomeraciones de
más de medio millón de habitantes. Ahora pasan del millar y doscientas
tienen más de tres millones. El 54 por ciento de la humanidad vive en
las grandes ciudades. En España hay cinco regiones metropolitanas que
superan el millón (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga-Costa
del Sol) y una decena con más de medio millón (Bilbao, el Área Central
de Asturias, Zaragoza, Alicante-Elche, la Bahía de Cádiz, Murcia,
Vigo-Pontevedra, Las Palmas de Gran Canaria y Palma de Mallorca). Entre
todas acogen a la mitad de la población española.
El Estado –tanto el central como el autonómico-- las niega como
realidades políticas porque teme no poder controlarlas. Las ciudades,
sin embargo, empiezan a pensar que en un mundo donde el concepto de
soberanía se ejerce por encima de ese Estado, el intermediario sobra. En
esencia, la política no es sino la distribución de los costes y los
beneficios. En la tensión entre el control por el Estado del territorio y
el empoderamiento de las sociedades contemporáneas, las ciudades son el
frente de resistencia. La capacidad de las grandes urbes de dotarse de
instrumentos para defender su independencia, de gestionar su potencial y
sus recursos, será clave para decidir quién gana y quién pierde.
José María Martí Font (Mataró, 1950) estudió Derecho y
Ciencias Económicas en la Universidad de Barcelona. Entre 1973 y 1979
participó en numerosos proyectos de prensa alternativa (Star, Vibraciones, Sal Común, DiscoExpres) trabajó en radio (Ràdio 4) y creó y dirigió galerías de arte.
En 1979 se traslada a Los Angeles (EE UU) y trabaja en proyectos
cinematográficos con Bigas Luna y José Luis Borau. Colabora con diversas
publicaciones, entre ellas La Vanguardia y El País. En 1984 regresa a España y se incorpora a la redacción de El País
en Madrid, donde ha sido jefe de Internacional, redactor jefe de
Cultura y responsable de Educación y Universidades. También con El País,
entre 1989 y 1994 fue corresponsal en Alemania, donde cubrió la caída
del muro de Berlín, la reunificación alemana, el fin de la guerra fría
en Europa Central y del Este y el Tratado de Maastricht. Entre 2004 y
2009 fue jefe de la oficina de El País en Paris, donde siguió el referéndum de la Constitución Europea, la revuelta de las banlieues y la campaña electoral que llevó a Nicolas Sarkozy al Elíseo, entre otros acontecimientos.
Es autor de El día que acabó el siglo XX (Anagrama, 1999) sobre la caída del muro de Berlín y Después del Muro (Galaxia Gutenberg, 2014) y La España de las ciudades (EDLibros, 2017) y ha participado en varios proyectos colectivos como Memoria de Catalunya (Taurus, 1997) y Désirs de France (Michelon, 2007). En 2015 recibió el Premio de Periodismo Enrique Ferran que concede la Revista El Ciervo.
Ha sido profesor del Master de Periodismo Internacional de la
Universitat Pompeu Fabra. Actualmente es presidente de la Asociación de
Periodistas Europeos de Catalunya (APEC). Colabora con varias
publicaciones como La Vanguardia, Ara o La Maleta de Portbou.