Título: El
trabajo (The Job) entrevistas con William Burroughs
Autor:
Daniel Odier
Fecha
publicación: 01/03/2014
Págs.: 278
Rústica con
sólapa
PVP: 16,50€
«Todos los
sistemas de control se basan en el binomio castigo-premio. Cuando los castigos
son desproporcionados a los premios y cuando a los patrones ya no les quedan
premios, se producen las sublevaciones» (William Burroughs).
En el centenario del
nacimiento de William Burroughs, Enclave de Libros publica El Trabajo (The Job), que
además de unas entrevistas realizadas por Daniel Odier incluye algunos de los
textos más emblemáticos de William Burroughs:
La reproducción, del Eden a Watergate – Control - 23
Skidoo - No hay que pensar - Anti-JacoLa generación invisible - La revolución electrónica - Scribe street - Cómo ser Humphrey Bogart
Se trata de una serie de entrevistas montadas como fragmentos de un prisma, que originariamente fueron publicadas en 1969 por la parisina Éditions P. Belfond, luego en 1970 en Inglaterra y Estados Unidos respectivamente por las editoriales Johnatan Cape y Grove Press, llegando a ser traducidas sucesivamente a muchos idiomas. En estas entrevistas Burroughs habla de literatura, de sus autores más o menos preferidos, y también de drogas, sociedad, género y política y más cosas, como es habitual en toda su obra.
Se
ha escrito que la obra de Burroughs excede tanto los parámetros de la
generación beat como los de la literatura en sí. Aunque su imagen esté
indisolublemente ligada a la de los movimientos contraculturales de la segunda
mitad del siglo xx, su carisma transversal le instituye como gurú de tres
generaciones contestatarias: los beat de los cincuenta, los hippies y
radicales politizados de los sesenta y setenta y los cyberpunk de los noventa.
No es difícil encontrar citas que tachan a Allen Ginsberg de protohippie y a
Burroughs de protopunk.
Para
Burroughs es el lenguaje que debe ser dinamitado y reprogramado, intentando utilizarlo
como fin más que como medio de expresión momificado. Su método creativo (cut-up, fold-in, etc.) anticipó en
varias décadas los medios expandidos o expanded media e inspiró a una
panoplia de artistas plásticos, músicos y cineastas, como Andy Warhol, Paul
Morissey, Kenneth Anger, Robert Rauschenberg, Keith Haring, Bob Wilson,
Francesco Clemente, John Giorno, Laurie Anderson, Patti Smith, Tony Oursler,
Mike Kelley y Nan Golding, Gus Van Sant o David Cronemberg; objeto de
veneración para cantidad de grupos, colectivos, sellos discográficos como el
belga Sub Rosa, músicos como Throbbing Gristle Kurt Cobain, Ministry, Laurie
Anderson, Genesis P. Orridge… Cuando se le preguntaba a Burroughs qué se podía
esperar de la destrucción de la máquina del control, qué podría sustituir al
estado policial, contestaba que, eliminadas como primera condición la nación,
la familia y el método actual de reproducción, el «sistema» podría organizarse
en comunidades sin confines nacionales: comunidades reunidas alrededor de gustos
y afinidades comunes, por ejemplo comunidades todas femeninas o todas
masculinas, comunidades esp (telepáticas) o higienistas o practicantes el judo
o el yoga o las teorías de Reich, como en cierto sentido aconteció con los
Musulmanes Negros y los Hippies…
El trabajo es William Burroughs atacando sin piedad nuestros valores,
condenando la «pesadilla americana», lanzando como dardos sus visiones
sobre la Cienciología, la policía, la terapia orgónica, la historia, la mujer,
la escritura, la política, el sexo, y la droga.
El trabajo es William Burroughs en
acción.