Participan Pablo Ingberg, editor y traductor, y Carlos Eugenio López
«Era un adolescente cuando lo leí por primera vez y esa lectura me abrió las puertas de la poesía moderna... A través de tantos años y mutaciones, The Waste Land siguió siendo para mí un obelisco cubierto de signos, invulnerables ante los vaivenes del gusto y las vicisitudes del tiempo.» – Octavio Paz