Irene, psicóloga forense experta en abuso sexual infantil, hereda a la muerte de su padre un diario que desgrana los secretos más inconfesables y que cambiarán para siempre su vida. Su padre confiesa en el manuscrito que es un pederasta que abusó de su sobrina Adelita y a la que Irene no ve desde la infancia pero sabe que está internada en un centro psiquiátrico. Se plantea buscar a su prima y llevarle el mensaje póstumo de arrepentimiento de su padre. Pero le asaltan grandes dudas. ¿Y si al llevarle el mensaje se vuelve más loca aún? No sabe que le esperan grandes sorpresas.
La historia de su familia se mezcla con su trabajo y un sicario aparece en su vida dispuesto a que modifique su testimonio en el juicio de uno de los niños abusados.La trama se desarrolla entre Madrid y Asturias y presenta ingredientes de misterio, ciencia, amor y aventura.Palabras prohibidas no es sólo una novela de entretenimiento, es fundamentalmente una novela psicológica donde se describen los sufrimientos más profundos y descarnados del ser humano. Dirigida a un amplio abanico de lectores que va desde el habitual consumidor de novelas a un grupo de profesionales (psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, enfermeros, maestros, educadores…) sin olvidar al amplio número de ciudadanos adultos que aún llevan en su alma la huella que les dejó al abuso sufrido en su infancia y que encontrarán entre estas páginas un espejo en el que reflejarse.
"No es una novela más que pretende
entretener al lector. ¿Qué tiene entonces de especial? Su temática.
Está centrada en describir el drama que viven los niños víctimas de abusos
sexuales. Basada en historias reales, fruto de mis años de trabajo con estos
niños como psicóloga clínica de una Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil,
pretende llegar al corazón del ciudadano, profesional o no, y modificar
creencias erróneas y actitudes, destruir mitos y transmitir conocimientos. Todo
desde la facilidad que el argumento de una novela pone a disposición. Pero no se queda sólo en la persona de la víctima, Palabras Prohibidas nos
acerca también al agresor. Y lo hace desde un punto de vista humano,
psicológico, incluso biográfico. Muestra cómo determinados hechos en la
infancia condicionan, aunque no determinan, el papel de abusador de niños. Con esta novela he pretendido acercar el conocimiento sobre el abuso sexual
infantil a toda la población. No he querido restringirlo al mundo profesional y
esto por una simple razón: los profesionales no avanzaremos si la ciudadanía no
lo hace con nosotros. Por ello, en formato de novela busca llegar a todas las
capas sociales, no sólo a los sectores científicos o profesionales, sino a la
ciudadanía en general.