Presentación del libro Olivo roto, escenas de
la ocupación de Teresa
Aranguren jueves 13, a las 20:30, en Enclave, Relatores, 16.
Acompañarán a la autora Carola Moreno, editora de Barataria, y Leila
Nachawati, especialista en comunicación y derechos humanos en Oriente Medio
y norte de África.
Ocasión para poner en común
conocimientos, experiencias e indignación. Y exigir el fin de la ocupación ya.
El arte de narrar es el arte de mostrar, de ponernos delante
una historia y meternos dentro de ella. El narrador, el buen narrador, no
quiere demostrar nada. Simplemente quiere que compartamos una experiencia con
sus protagonistas: tocar el árbol que una mujer toca instantes antes de que el
olivo sea derribado, ver al padre desnudándose delante de su hijo ante la
exigencia del soldado armado en un puesto de control, mancharnos con la sangre
inesperada de unos niños que juegan al balón hasta que una mina abandonada
estalla. El narrador quiere que soñemos el sueño que sueña esa mujer que sueña
con que su hijo vuelve a casa o que vivamos el miedo callado de esa mujer que
sabe que su hijo seguramente nunca volverá a casa. Un escenario que, evitando
el tremendismo o la denuncia sentimental, nos sitúa en el centro de una
tragedia que va mucho más allá del titular de prensa o de la estadística
sobrecogedora. Alguien me comentaba en un tono maternal que lo malo de «estos
libros» es que el tema es muy coyuntural. Tenía razón: sólo llevamos tres mil
años dándole vueltas a la misma batalla. Constantino Bértolo (contraportada)