Acompañan al autor Jose María de la Quintana y Jorge Freire.
«Somos
Leopold Bloom de James Joyce, Gregor Samsa de Franz Kafka, o quizá,
Robert Walser
de Jakob von Gunten, Peter Handke de Don Juan, Enrique Vila-Matas de Doctor Ingravallo, somos tantos
y tan conspicuos en la surrealidad forjando de nuevo el espíritu de las Termópilas, que convertimos
los nombres en desfiladeros, los libros en escudos, las bibliotecas en fortalezas acantiladas;
de Jakob von Gunten, Peter Handke de Don Juan, Enrique Vila-Matas de Doctor Ingravallo, somos tantos
y tan conspicuos en la surrealidad forjando de nuevo el espíritu de las Termópilas, que convertimos
los nombres en desfiladeros, los libros en escudos, las bibliotecas en fortalezas acantiladas;
a ellos, los hombres cuya respiración es nuestra
respiración, en héroes de leyenda, en el Prometeo moderno enfermo del
mal de Montano: todo lo que es, es porque es imposible, la verdad es
imposible; ahí nace la ausencia, y ella es ambicionada por lo que no es:
por los rumores de las raíces y por el fluir de lo pétreo, por la
alcurnia del polvo cuando el tiempo es el espacio nominalista sin
proporción, donde no puede ser pensado lo que pueda ocurrir, sino lo
nombrado y ya ocurrido, por el tiempo oscurecido en la idea de el mejor de los mundos posibles.»