Surrealistas en la revolución y la guerra de España. Participan en el acto Lurdes Martínez, Núria Pujol y Xavier Theros.
En estos diarios, Mary Low y Juan Breá nos ofrecen la oportunidad de vivir las ansias de libertad de los primeros meses de la revolución social tras el golpe de Estado fascista, cuando la burocracia y el conflicto bélico no habían ahogado aún los anhelos de transformación.
A través de una serie de estampas íntimas del día a día, Low y Breá nos muestran cómo podemos ser cuando tratamos de comportarnos como seres humanos y no como engranajes de una máquina capitalista. Los cafés abren de madrugada; los cines y teatros siguen programando
irreverentes; los soguillas se mueven frenéticos por la estación de Francia; las vecinas salen poderosas a charlar a la calle; se agilizan los divorcios y matrimonios; incluso hay quien se echa la siesta. Este contraste rompe con el relato de la historiografía oficial que impone que la vida cotidiana desapareció durante la Guerra Civil. Y completa la narrativa sobre la expropiación y la colectivización en fábricas y campos.
Este «cuaderno rojo» reúne, por primera vez, la traducción íntegra de Red Spanish Notebook —completando el trabajo iniciado por Alikornio con Cuaderno rojo de Barcelona— y contribuye así a llenar el vacío todavía existente sobre el período revolucionario de la Guerra
Civil, antes de que la República quedase atrapada entre la reacción burguesa y el chantaje estalinista.
«Durante varios meses, mucha gente creyó que las personas eran iguales y debían actuar según su creencia. El resultado fue una sensación de liberación y una esperanza difíciles de concebir en nuestra atmósfera contaminada por el dinero. Es aquí donde reside el valor de Cuaderno rojo de la guerra de España.» —George Orwell, Time & Tide