Acompañan a la autora Mónica Ojeda y Alejandro Morellón
Los poemas de Barruntar construyen una cosmogonía de la intimidad, una narración del cuerpo y de nuestra relación visceral con la naturaleza y con el otro.
Nadia del
Pozo trabaja la imagen con manos de pastora y de orfebre, «como si de
mis uñas fueran a extraer la leche de las difuntas», sabiendo que en el
poema debe caber la historia de todas las hijas de todas las islas, de
todos los pueblos. Barruntar es el verbo, es movimiento, es oralidad, es
la recuperación, a través de la poesía, de las antiguas enseñanzas del
cierzo.