Participarán enn el acto Aurea Leminski, hija del autor y especialista en su obra, quien conversará con Esther Peñas sobre esta obra y su llegada al lector español.
A su insólito modo, Leminski redevora y transfigura –a partir de las para-categorías siempre corredizas de la Antropofagia, que impulsan, desde hace casi un siglo, los hallazgos y asombros más instigantes de la literatura brasileña– las informalescencias neológicas de un Joyce o un Guimarães Rosa o el interés por la materialidad del signo del Concretismo, pero también el pop, el cine, el collage, la historieta, el grafiti y demás manifiestaciones de la «cultura de masas». El propio término «catatau» funge de condensador de esa anexacta polisemia brasílica.
Tanto significa algo grande o voluminoso como todo lo contrario; por lo tanto un pene; un bastón; una catana o espada curva o antigua; un ladrillo, un mamotreto, un bloque de texto muy condensado y sin distinción de párrafos (acepción que el libro formaliza estrictamente) así como una gran cantidad de alguna cosa; un palenque para el burro; un castigo; humo, rabia, zumbido, algarabía, barullo, parloteo, discusión, murmuración; quizá un golpe; luego una onomatopeya, que designa una caída abrupta o violenta. Catatau es un monólogo interior que ensaya, no sin aristas y serpenteos, en torno al sino americano con su incógnita, su arcaica novedad. Por eso imagina –y coloca– a René Descartes bajo los efectos de una pipa con canabis en pleno devenir tropical. Esta ironía conlleva la demolición cantante de las prerrogativas cognoscentes del sujeto cartesiano, en tanto emblema de la Razón Occidental, puesto ahora a la deriva, expuesto a los influjos naturales, la otredad, la intemperie sin fin.
Reynaldo Jiménez
Paulo Leminski. Curitiba, 1944-1989. Publicó Catatau (1975; 2ª ed. revisada por el autor 1988), Quarenta clics en Curitiba (con el fotógrafo Jack Pires, 1976; 2ª ed. 1990), Polonaises (1980), Não fosse isso e era menos/não fosse tanto e era quase (1980), Tripas (1980), Caprichos e relaxos(1983, 2ª ed. 1987), Agora è que são elas (1984, 2ª ed. 1999; 3ª ed. 2011), Hai Tropikais (con Alice Ruiz, 1985), Um milhão de coisas(1985), Anseios cripticos (anseios teóricos): peripecias de um investigador dos sentidos no torvelinho das formas e das idéais (1986), Distraidos venceremos (1987, reed. 2017), Vida (1998; 2ª ed. 2013), La vie en close (1991), Winterverno (con el dibujante João Virmond, 1994; 2ª ed. 2001), Metaformose, uma viagem pelo imaginário grego(1994), Descartes com lentes (1995), O ex-estranho (1996), Ensaios cripticos (1997), Toda Poesia (2013), Afrodite. Quadrinhos eroticos de Alice Ruiz e Paulo Leminski(con varios dibujantes, 2015). Tradujo obras de Fante, Ferlinghetti, Jarry, Joyce, Lennon, Mishima, Petronio y Beckett e hizo una versión de poesía egipcia antigua. Compuso canciones y letras de canciones en colaboración con diversos compositores brasileños, muchas grabadas por diversos intérpretes, entre ellos Caetano Veloso, Itamar Assumpção, Moraes Moreira, Arnaldo Antunes y Estrela Ruiz Leminski.
Aurea Leminski nació en Curitiba en 1971, y es la hija mayor de Paulo Leminski y la poeta y letrista Alice Ruiz. Graduada en periodismo, ha sido presentadora de noticias y reportera durante casi 20 años. Actualmente es productora cultural y curadora. Junto con Alice Ruiz, organizó los libros de Paulo Leminski: Ex extraño a los poemas y Ensayos y deseos crípticos. Fue la responsable de la elaboración y ejecución del proyecto de la Colección digital Paulo Leminski. Es coordinadora de itinerancia y curadora conjunta de las exposiciones Multiplo Leminski, My Heart of Polish Returns y Poet Alice.
Esther Peñas Domingo (Madrid, 1975) es periodista de oficio y poeta. Ha publicado, entre otros, los poemarios El paso que se habita (Chamán Ediciones) y Penumbra (Devenir). Coordinó la edición de Trovadores de silencio (Calambur) y es autora de cuatro libros de entrevistas y cinco novelas, entre ellas La vida, contigo (Adeshoras) y Sesión continua (Odisea). En grados y temperaturas diferentes (sin retorno ninguna de ellas) ama a Cortázar, Lispector, Llansol, María Negroni, Valente y Menchu Gutiérrez. Los días inciertos también a Maillard, Gamoneda, Bobin. Custodia el tesoro de su propio naufragio. Por eso escribe, para abrir el lugar.