Conversan con el poeta sus traductores, Rocío Nogales Muriel y Bernardo Santos, y el editor, Ferrán Fernández
Mi castrada patria me obligó a marcharme, tus santos eunucos me han abandonado bajo la lluvia, como extranjero. [...]
Incendiaré las viejas lenguas oxidadas, me quitaré de encima identidades, ciudadanías y patrias madrastras,en reclusión quiero pasar mis años, alejado de mis libros,con honestos bandidos fuera de la ley.
Adiós, Europa de la sangre derramada en nombre de las fronteras asesinas y de las banderas ensangrentadas, bienvenidas a la política de la posverdad y al fascismo.