Último encuentro de “¡ESTO ES
UN INFIERNO! El Infierno de Dante Alighieri: una lectura a voce alta”.
Después de una breve introducción de Chiara Giordano, Guadalupe Grande
leerá el canto XXXIV del Infierno en castellano en la traducción de Ángel
Crespo. Nos acompaña con algunas reflexiones Javier Pérez. Seguidamente, Pino leerá el canto en italiano.
¡Esto
es un Infierno!
El
Infierno de Dante Alighieri: una lectura a voce alta
El proyecto El Infierno de
Dante Alighieri: una lectura a voce alta nace con una doble
intención. Por un lado, queremos redescubrir la fuerza y la actualidad de la
poesía de Dante y del pensamiento ético que la sostiene. Seguir al Sommo
Poeta en su descenso a los infiernos –a nuestro propio infierno individual
y social– nos acercará a una palabra poética que se aleja de la esfera privada
de la contemplación y del sentimiento para afirmarse como acción estética,
ámbito de la reflexión filosófica y política, voz de y para la «cittade».
Además, buscamos reivindicar la lectura colectiva, en voz alta, como un espacio
de encuentro, de escucha y de participación. En cada encuentro, pues, pondremos
en común ideas y conocimientos, dejaremos resonar las palabras de Dante (que
leeremos tanto en italiano como en la traducción al castellano de Ángel Crespo)
y, finalmente, nos abandonaremos al placer de su música. El viaje por la selva
oscura termina con el canto XXXIV.
Dante y Virgilio entran en la cuarta
zona de Cocito, la Judeca, adonde expían sus pecados los que traicionaron
a sus benefactores. Aquí ninguna alma habla, ninguna es identificada, están
totalmente atrapadas en el hielo, inmóviles en las posiciones más variadas. En
el aire opaco que rodea el pantano helado empieza a vislumbrarse una figura
enorme, como un molino cuyas palas giran en el viento. Se trata de la mole
gigantesca de Lucifer, el cuerpo medio plantado en el pantano. El rey del
Infierno tiene tres caras, la anterior roja, negra la izquierda y
blanco-amarilla la derecha; las tres bocas hacen pedazos incesantemente a tres
pecadores, quienes traicionaron las dos autoridades supremas, la temporal y la
espiritual: Judas, Bruto y Cassio. Pero ya viene el tiempo de salir: a
través de una galería estrecha los dos poetas alcanzan la superficie de la
tierra.
Guadalupe Grande Aguirre nació en Madrid en 1965. Es licenciada en
Antropología Social por la Universidad Complutense de Madrid. Es hija de los
poetas Francisca Aguirre y Félix Grande y nieta del pintor Lorenzo Aguirre. Ha
publicado los libros de poesía El libro de Lilit, Premio Rafael Alberti,
La llave de niebla, Mapas de cera y Hotel para erizos. Sus
poemas figuran en revistas así como en antologías de ámbito nacional e
internacional. Junto a Juan Carlos Mestre realizó la selección y traducción de La
aldea de sal, antología del poeta brasileño Lêdo Ivo. Ha sido invitada a
recitar en la I Muestra Iberoamérica de poesía, Manizales (Colombia, 2003),
Encuentros Culturales, Pereira (Colombia, 2003), Universidad de la Sapienza
(Roma, 2004, 2006), Festival Internacional de Biscra (Argelia, 2005), Festival
Internacional de Poesía de Medellín (Colombia, 2006), Festival Internacional de
Poesía de Bogotá (2007), Instituto Cervantes (Cracovia, Varsovia, 2007) y Roma
(2008) Festival Internacional de Poesía de Sarajevo (2008) e INVERSO 2011
(Festival de poesía independiente de Madrid). Como crítico literario ha colaborado
desde 1989 en diversos diarios y revistas culturales, como El Mundo, El
Independiente, Cuadernos Hispanoamericanos, El Urogallo, Reseña, etcétera. En
el año 2008 obtuvo la Beca Valle-Inclán para la creación literaria en la
Academia de España en Roma. En el ámbito de la edición y la gestión cultural ha
trabajado en diversas instituciones como los Cursos de Verano de la Universidad
Complutense de Madrid, la Casa de América y el Teatro Real. Desde ese año,
comienza a experimentar con la fotografía y el collage. En la actualidad es
responsable de la actividad poética de la Universidad Popular José Hierro, San
Sebastián de los Reyes, Madrid.