Enclave de libros - MADRID, 5-12 Mayo 2012
Eduardo Scala: Zahorí de palabras
8 POE+ de AMOR
No adivino de otra forma al poeta que busca siempre los genes de las
imagenes (imágenes-genes-enes) que estan debajo de las palabras.
Eduardo Scala parece no importarse tanto con la superficie ―esa
convencion articulada de connotaciones estipuladas― cuanto con el
rio sumergido que pasa por ellas, delatando resonancias y
reverberaciones que pertenecen a otra ciencia cognitiva. La escucha
de otro sonido mayor, quiza mas cosmologico, acompana siempre a
la tarea lirica en que se registra lo casi inaudible: las minusculas
abriendose en monadas silenciosas… las asonancias articulandose
entre si… los ecos, minimos, echando raices, aliento. Y como estamos
ciegos de tanto ver, sordos de tanto oir, vivimos enganados, incluso
comodamente, para otra cosa que no sea lo mandado, los temblores
estipulados, ese reino llamado de lo obligatorio. Otra cosa es si
queremos tener otro iman, donde los campos magneticos hablen,
nos digan su limadura de fragmentos vivos. Asi, de nuevo, debajo, las
aguas de las palabras se mueven y llegan a vibrar nuestro precario
pendulo, hecho para detectar, primero, para leer despues, para ver,
mas tarde.
No es por tanto de ahora que el poeta gramatico del espanol o
castellano viene arribando “palabras encriptadas” (expresion del
propio Scala), cifrados verbales atentos a la distancia, al exilio que
hacemos de la lengua. La ultima experiencia es esta zamorafanía,
donde lo que se revela son voces que estaban escondidas,
subterraneamente, dentro de la palabra Zamora. El estallido astral de
las nuevas alianzas que atrae la palabra castellana se suceden en una
suerte de ars combinatoria: del AMOR, ARO, AROMA, MOR, MORA,
ORA, RA, ROMA, como nuevas inscripciones para horadar el
imaginario mas verdadero —otras afinidades que habitan en la
ciudad que se abre con la Z y se cierra con A (OMEGaLFA anuncio
Scala en SOLUNA, Toledo 1977)—. No en vano, las palabras se abren
tambien como si fuesen una nuez, en cuyo interior mora la nuez que
suena el ruido secreto que nombro una vez Duchamp o el silencio
perseguido por Cage, oculto en todo lo que se mueve. La poesia mas
concreta (digamos, concretista), tan cerca y sobre todo tan lejos,
nunca imagino el anima abstracta, germinal, nuclear que esta poetica
podria despertar: otra galaxia verbal, constelativa, que uniese todos
los puntos, o las puntas de las palabras como estrellas. No en vano,
en esta conjugacion de las voces interiores despertadas por el
nombrar se alimenta una vieja creencia que acaso olvidamos para
que reaparezca: todo en el fondo se junta, es juntura, sin division
maniquea de nada, ni de nadas. A los polos de las cosas las palabras
se remiten sin termino, con terminos extramuros que traducen otras
fronteras del lenguaje. Lo que se rompe asi de una vez es el juego de
las relaciones compositivas que atan las palabras a semanticas
periclitadas, ya una tarea musical y ontologica, con ready mades
verbales libres de cualquier jerarquia. El poeta no ha tenido empacho
en liberarnos de la servidumbre imagetica, voluntaria, para estirar
nuestros puntos cardinales, el horizonte de sus escondidos
manantiales; hacernos escuchar entonces una escritura cuya
concentracion es revelacion y cuya cartografia es indispensable por
transfiguradora, por liberadora. “Hay que estar despierto abajo en la
oscuridad” decia Maria Zambrano, adivinando los movimientos del
zahori de palabras que es Eduardo Scala, su mayor y generoso oficio.
Adolfo Montejo Navas
Madrid/Foz de Iguacu, septiembre de 2010
El poeta Eduardo Scala, manteniendo su “Cántico de la Unidad”, iniciado con Geometría del éxtasis (razón de ser-pentinas, Toledo, 1974),
ahora presenta 8 POE+ DE AMOR, serie que desencripta el maravilloso significado de la ciudad de Zamora y HOLOLOGOS −tintas blancas sobre papeles blancos−, escala gráfica que comienza: “En el principio era el Logos/, y el Logos era con Dios,/ y el Logos era Dios”. San Juan 1, 1. Y la serie de poemas-vulvas, concluye: “Yo soy Alpha y Omega, /principio y fin,/ el primero y el postrero”. San Juan, Apocalipsis 22,13.
Dos obras scalianas, palabras cruciales, que apunta hacia la idea de lo infinito y la totalidad, poesía visual-verbal, VISUALABREV, escrituras místicas, escondidas, tal guías de meditación.
La dos excepcionales y reducidas ediciones, serigrafiadas por el maestro Mariano Durante en tipografía de Paul Renner, han sido producida por María Ordóñez y el Taller de Grabado José Rincón.
La exposición podrá contemplarse del 5 al 12 de mayo en la galería de Enclave de libros, C/ Relatores, 16, de Madrid.
Eduardo Scala
Madrid 1945
Magister sine magistro
Desde la adolescencia se muestra como un creador solitario, polifacético, inclasificable: poeta, artista, ajedrecista o promotor de empresas culturales. Su trabajo se caracteriza por situarse en los límites de estas disciplinas. Más de 30 libros no-libros componen su Cántico de la Unidad (1974-2012.