sábado, 28 de septiembre de 2024

Círculos de lectura de La Abadía: 1. Cortázar en juego - 21/10 a las 18:30 h

Coordina: Sergio Herrero
 
 
Este es un club de lectura atípico. Consiste en dos sesiones vinculadas a la adaptación escénica de obras literarias:
  1. En la primera sesión analizaremos en Enclave el texto a modo de 'Club de lectura'. Si no tienes el texto puedes adquirirlo aquí con un 5% de descuento.
  2. Después podrás ver la obra de teatro, que podrás ver el día que escojas y con un 20% de descuento.
     
  3. La segunda sesión es un encuentro con el equipo artístico en el teatro para compartir impresiones sobre lo reflexionado durante la lectura, el análisis del texto, la función teatral y cómo llevar a cabo una puesta en escena contemporánea de los textos.

El primer círculo gira en torno a algunos de los relatos de Cortázar que inspiran la adaptación de José Sanchis Sinisterra y Clara Sanchis, Cortázar en juego, que dirige Natalia Menéndez, con Clara Sanchis y Pablo Rivero en el escenario del Teatro de la Abadía.

En la primera sesión, el 21 de octubre, el lunes previo al estreno, se comentarán cuentos de Cortázar incluidos en el tomo 1 de los Cuentos Completos de Alfaguara o DeBolsillo. Los dos volúmenes suponen la mejor manera de sumergirse en el «universo» de Cortázar, tal como propone la puesta en escena.

Cortázar en juego estará en cartel entre el 23 de octubre y el 7 de noviembre. El descuento del 20% se aplica en las funciones de miércoles a domingo, no acumulable a otros descuentos.

El sábado 9 de noviembre a las 12:30 h será el encuentro con José Sanchis Sinisterra y el equipo artístico de Cortázar en juego en el Teatro de la Abadía.

Plazas limitadas, es necesario inscribirse en info@enclavedelibros.com

LA OTRA MIRADA, encuentro con Javier Lostalé - 16/10 a las 18:30 h

Coloquio - entrevista: Javier Lostalé y José Cereijo. Poeta invitada: Paty Liñán 

 


Encuentro-entrevista sobre La morada infinita (Polibea) y Lector Cómplice (Athenaica).

La morada infinita: A medio camino entre el poema en prosa y la meditación literaria, estos breves textos son un testimonio de amor a la creación literaria; un canto a la lectura y al que lee; una meditación sobre el valor de la palabra como fuente del acto poético; la palabra como acto vital; el poema como cifra de un impulso que nos constituye y nos trasciende; una reflexión sobre las preguntas radicales que plantea la poesía; sobre el acontecer humano sobre el que se sustenta la palabra poética. La poesía como legado. Para qué escribimos y, sobre todo, para qué leemos.

Lector Cómplice: A los poetas o futuros poetas, pero también a los lectores cómplices invocados en el título, se dirige Javier Lostalé en este hermoso breviario que aborda el proceso de la creación con palabras íntimas y emocionadas, buscando reflejar «el amanecer interior al que nos conduce la auténtica poesía». La necesidad rilkeana, la búsqueda de una voz propia y la conciencia de su destino son requisitos indisociables de la condición de poeta, pero sin la «confluencia silenciosa» entre autor y lector el poema no adquiere todo su sentido. Lostalé trata de las etapas de la escritura, de los distintos ámbitos que confluyen en el acto creador, de los astros —Shelley, Eliot, Valéry, JRJ— que nos transmiten luz y energía, de otros poetas contemporáneos capaces de conmover el ánimo desde sus singularidades respectivas, de los añorados maestros Aleixandre y Pérez Estrada. Escrito en una prosa cálida y amigable, de clara expresión y abundantes destellos líricos, el libro contiene una radiografía de la lectura, donde Lostalé define y celebra sus muchas cualidades, y se cierra con una confesión —«Escribo porque me salva...»— en forma de personalísima poética.
«Quien lee ama, porque aunque esté solo no hay nada que desde su silencio o ausencia deje de responderle hasta cobrar una presencia que acompaña como el amor. Porque sentimos al llegar a una determinada página una fiebre inexplicable, como inexplicable es la naturaleza del amor. Quien lee ama, pues al crear dentro de sí una realidad antes desconocida entra, sin saberlo, en el misterio del amor. Y al no temer, mientras lee, las aventuras arriesgadas, se embarca en la maravilla de lo desconocido, como le sucede al amante. Quien lee amó, y con palabras por otro ser escritas, consagra lo amado».

3.ª sesión del Club de Lectura Candaya: VIVIR ABAJO de Gustavo Faverón - 910 a las 19:00 h

Coordinado por Nacho Delgado
 
 

 

Vivir abajo es un libro de aventuras, un relato de horror, un misterio policial, una historia hecha de mil historias y una crónica de viajes por los territorios de la locura y el espanto.

Comienza en Perú, cuando un cineasta americano comete un tenebroso homicidio en el sótano de una casa el día de la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso.

El lector descubrirá maravillado cómo las piezas del enigma emergen de catacumbas, manicomios y cárceles subterráneas a lo largo de un viaje infinito por los oscuros calabozos de la historia de América Latina, Europa y los Estados Unidos.

Presentación de SOÑKA, MANOS DE ORO, de Natalia Litvinova - 7/10 a las 19:00 h

 Conversación entre la autora y Cristina Sánchez-Andrade

 

Se llamaba Sheindla-Sura Leibova Salomoshak-Bluwstein, aunque la historia la recuerda por su apodo: «Soñka, manos de oro». Había nacido en Varsovia en 1846, y a finales del siglo XIX se convirtió en una leyenda por sus ingeniosas maneras de estafar. Ocupó las portadas de los diarios más leídos de la época: la llamaban «Diablo con falda», «La versión femenina de Robin Hood» o «La zarina del crimen». Engañaba y robaba a los hombres ricos en los hoteles de Odesa, Moscú y San Petersburgo, en las joyerías y en los trenes. La atraparon en 1888, y cumplió condena en la isla de Sajalín. Se decía que quien entraba allí jamás regresaba: así ocurriría con Soñka, que murió en prisión en 1902. Pero antes hubo un juicio. Un juicio polémico y popularísimo en su tiempo, cuando Soñka «manos de oro» evocó la historia de su vida: una memoria bien diferente a aquella que la prensa había divulgado sobre ella. Natalia Litvinova reconstruye en estos poemas la biografía de Soñka, sus soledades y sus amores, su relación con un mundo que ella dividió entre quienes robaban y quienes no. 

Presentación de SER DE INCERTIDUMBRE, poesía reunida de Eduardo Moga - 4/10 a las 18:30 h

acompañado de José Antonio Llera

Los tres tomos de la poesía reunida en 3 tomos que abarcan desde 1994 a 2023: La respiración del mundo, La voz de la Herida y La soledad.

Eduardo Moga (Barcelona, 1962) es poeta y escritor, licenciado en Derecho y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Ha publicado diversos poemarios, como La luz oída (premio Adonáis, 1996), Las horas y los labios (2003), Cuerpo sin mí (2007), Bajo la piel, los días (2010), Insumisión (2013), El cora-zón, la nada (Antología poética 1994-2014) (2014), Muerte y amapolas en Alexandra Avenue (2017), Mi padre (2019), Tú no morirás (2021) y Hombre solo (2022). También ha publicado diarios (Expón, que algo queda, 2021), libros de viajes (Americaneando. Un viaje por los Estados Unidos después de Trump, 2023) y ensayos (Lector que rumia, 2023). Practica la crítica literaria en revistas como Letras Libres, Cuadernos Hispanoamericanos, Qui-mera y Turia, entre otros medios. Codirigió la colección de poesía de DVD Ediciones desde 2003 hasta 2012. Dirigió la Editora Regional de Extremadura y coordinó el Plan de Fomento de la Lectura en Extremadura entre 2016 y 2018. Mantiene el blog Corónicas de Españia (eduardomoga1.blogspot.com.es).

La poesía de Eduardo Moga es la extenuación de la nada que somos y, a la vez, la necesidad apremiante de nombrar el mundo, como los cronistas de Indias, un mundo que se desborda permanentemente delante de nosotros. Existencialismo es un término que le cuadra, pero que también se antoja insuficiente y vago. No hace falta decir que esta poesía nos golpea en la frente con el reloj de arena barroco, con la vanitas. Sin embargo, si hablamos únicamente de existencialismo, decimos poco. La poesía de Eduardo es, sobre todo, una poesía fenomenológica. Primero porque arranca de una conciencia encarnada, porque explora los abismos de la identidad a partir de sensaciones que recibe un yo absorto. Sensaciones corporales y viscerales. Se piensa a partir del cuerpo, que también es observado, pensado como viviente, entre los alquitranes vinosos de la soledad: «Lo que soy / crece en este cuerpo individual, / abastecido por un corazón escéptico / cuyo destino es la ceguera». Luego es cierto: poseemos cuerpos y actuamos a través de ellos, en sus frágiles corazas resuenan los sonidos y estallan los colores. No se trata de máquinas que registran sensaciones. El cuerpo dice la existencia. Abrimos los ojos y hurga en nuestra carne la espátula de la luz.